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miércoles, 13 de abril de 2022

Farrampois da Teixeira de Seabra / Farrampois de La Tejera de Sanabria

Daniel Boyano Sotillo CRIOSANABRIA
El nombre de esta mascarada de A Teixeira/La Tejera, en Alta Sanabria, proviene de los farrapos con los que estaban realizados, tanto la máscara que tapaba la cara como el resto del traje. Se usaban trapos viejos combinados con telas de colores y se iba por todo el pueblo rompiendo el silencio del invierno con algunos chocallos que, que llevaban colgados del pecho o en las manos, y latas que se golpeaban con un palo. En ocasiones se llenaban las latas con piedras para que hicieran más ruidos, e incluso se golpeaban azadas y guadañas, que los Farrampois llevaban en sus manos, para producir sonidos agudos. Los trajes de trapos viejos viejos eran vestidos por los mozos durante los días de "entrudio", es decir, el domingo, lunes y martes de carnaval. El entrudio ya se abría en la víspera el sábado ya que durante la tarde noche comenzaban a aperecer los primeros Farrampois. El final de la fiesta solía hacerse el miércoles con la quema del carnaval en una hoguera. Os Farrampois iban acompañados de gaitas, tambores, panderetas e incluso algún bombo y acordeon. También en A Teixeira se realizaba otra fiesta comunitaria de gran relevancia en los primeras días del año y centro del invierno que era la Festa de Reis, con el Rei Vieyo, montado a caballo y vestido con farrapos viejos y la cara tizanada, y el Rei Nuevo, montado a caballo y vestido con las mejores telas. Ambas fiestas contaban con sus canciones y rituales propios.

lunes, 29 de enero de 2018

Maio y Maia en Triufé de Sanabria





Debido a que hace más de medio siglo no se hacía en Triufé, desde 2015 hemos hecho de nuevo el maio y maia. 

La Festividad de los Maios, también conocida como Los Mayos simplemente o como Fiestas de Mayo, es una fiesta popular de orígenes ancestrales.

Esta celebración primaveral generalmente se hacía coincidir con el primer domingo de dicho mes y tenía antiguamente connotaciones rituales totémicas a la divinidad primaveral o de los árboles. 

En su manifestación más habitual, la fiesta consiste en realizar diversas representaciones alrededor de un árbol o escultura, llamada maio o mayo, consistente en una armazón o esqueleto de palos o tablas que permanecía a la vista del vecindario todo el mes.

La celebración de las fiestas mayales es común en muchos países de Europa donde existen variantes similares de la misma festividad.

Los orígenes de las festividades actuales se remontan a las manifestaciones específicas de las civilizaciones romanas y prerromanas y La festividad celta de Beltane marcaba el inicio del verano pastoral cuando las rebaños de ganado eran llevados hacia los pastos de verano y las tierras de pasto de las montañas, y los cultivos empezaban a prosperar. De ahí la adoración de los fenómenos terrenales: tierra, mar y aire. Una de las principales actividades de la festividad consistía en encender antorchas en las montañas y colinas con rituales y significados políticos. La tradición estuvo presente en Roma, entre el culto a multitud de dioses. 


Los romanos también asimilaron esta tradición mayumea en honra de la llegada de la primavera y de las primeras flores del año, el día que corresponde con el actual primero de mayo. Y todo poblado romano tenía además de los dioses oficiales los propios autóctonos. En Hispania se adoraba la diosa Bona Dé, que no era otra que la diosa de la fertilidad Maia o Fauna en la mitología romana, con la que se celebraba la llegada de la primavera en unas fiestas que recibían el nombre de Floralia. Seguramente esta tradición sufrió variaciones con la llegada de la civilización árabe a los campos de Castilla, como la manifestación en cantos o rondas a la persona amada. Finalmente, el cristianismo asimiló multitud de fiestas paganas profesadas con anterioridad a su implantación en fiestas religiosas