domingo, 29 de abril de 2018

Trevinca en la Pequeña Edad de Hielo (s. XVI y XIX)


La Pequeña Edad del Hielo apareció entre el s. XIV y mediados del s.XIX, y se caracteriza por  variaciones de alta frecuencia, que produjo cambios ambientales con repercusiones a escala global, continental y local.
Este empeoramiento relativo del clima con carácter secular, se caracterizó de forma general por un aumento de las nevadas invernales y de las precipitaciones estivales, así como un descenso térmico que en los momentos más fríos llegó en algunas áreas a ser de 2ºC . En todas las áreas glaciadas del planeta supuso un avance y pulsación de los glaciares enmarcado entre los s.XVI y XIX.
Es en el ámbito alpino, y Trevinca y alrededores no es una excepción, por su larga tradición cultural y científica en relación con las montañas, donde más ha sido documentado este avance glaciar histórico, que en ocasiones llegaba a interferir de forma brusca incluso con los usos y aprovechamientos humanos, dada la proximidad de algunas actividades económicas a los frentes glaciares.
Los efectos más significativos de este recrudecimiento a partir del siglo XIV en el noroeste de la Península Ibérica fueron el incremento de procesos ligados al frío, con consecuencias principalmente en las montañas más altas como Trevinca. De estos procesos el glaciarismo será el más expresivo, con el desarrollo y crecimiento de glaciares. En Trevinca es muy probable que existieran hieleros permanentes o reducidos glaciares con escasa movilidad, en las laderas de los respectivos circos, en las cuatro elipse rojas que se muestran en la fotografía dentro de su vertiente sanabresa. Estas cuatro zonas se caracterizan por su orientación norte y su elevada altitud (en torno a las 2000 m.s.n.m.).
Sería necesario realizar un estudio serio que probara esta hipótesis y quizás algún trabajo de fin de grado, trabajo de fin de máster o tesis doctoral, sería la mejor herramienta.

El Cañón del Tera (Sanabria) como representante de los biomas ibéricos



En Sanabria tenemos la suerte de contar con el Cañón del Tera ya que en el podemos afirmar que se encuentran los tres principales biomas de la Península Ibérica, más uno de transición: el mediterráneo (de interior) representado por especies que aguantan la sequía estival como las encinas (enciñeirus o ancinas), enebro arbustivo (xinebreiru) y genistas (gatinas o gatiñas); el transicional de bosque mediterráneo a bosque atlántico formado por robles (robres o carballos) y brezo (urces); el atlántico (de montaña) que nenesita humedad los doce meses del año, por eso aparece en zonas de umbría del cañón y a cierta altitud, y está conformado por acebos (acebros) y tejos (teixus) principalmente, acompañados de avellanos (ablanus) y abedules (bidul); a mayor altitud aparece vegetación en forma de matorral de montaña como por ejemplo los enebros rastreros (xinebreirus) y genciana.

Es importante mencionar que tanto las altitudes como las especies vegetales que conforman cada bioma del Cañón del Tera son aproximadas, ya que existen condicionantes puntuales como la orientación que hacen que los pisos altitudinales no sean homogéneos en cuanto a flora se refiere.




Bogas y truchas remontan las corrientes de los ríos en Sanabria


Una de las imágenes más espectaculares en los ríos sanabreses es la observación del remonte de corrientes de ríos por parte de especies piscícolas como truchas o bogas.
Los saltos espectaculares de estos peces antes de la freza los realizan para superar diferentes obstáculos como corrientes o pequeñas cascadas. Asimismo, en muchos casos, sus predadores como las nutrias, garzas o cormoranes suelen estar atentos a sus movimientos obligándoles a realizar saltos más continuos cuando están presentes dichos depredadores.


Bogas remontando el río Tera

La Boga del Duero (Pseudochondrostoma duriense) es una especie de pez teleósteo de la familia de los ciprínidos. Es endémica del noroeste de la Península Ibérica y Sanabria es una de las pocas comarcas en las que habita. Es habitual de los tramos medios de los ríos. Presente en zonas de corriente, pero también es habitual de embalses. Es omnívora , alimentándose principalmente de vegetación, aunque en ocasiones come invertebrados y detritos.
Es un pez gregario especialmente en la migraciones prerreproductora aguas arriba (ver fotografía superior). Durante la freza, entre los meses de abril y junio.

Truchas subiendo la corriente del río Tera


La trucha común, trucha marrón o reo (Salmo trutta) es una especie de pez salmoniforme. Es la trucha más común de la familia de los salmónidos. Las truchas consumen mayoritariamente invertebrados acuáticos, aunque es habitual encontrar otras tipos de presa como invertebrados terrestres y peces. Con la freza (mes de enero) la trucha comienza a moverse en el río evitando grandes corrientes y obstáculos (ver foto). Posteriormente busca un lugar tranquilo, arenoso y sin piedras, para depositar sus huevos. 

viernes, 27 de abril de 2018

Relieve de tipo apalachense en la Sierra de la Culebra. Peña Falgueira





El relieve de la Sierra de la Culebra está motivado por la erosión diferencial provocada sobre una litología formada preferentemente por pizarras (rocas blandas) y cuarcitas (rocas muy duras). El fenómeno de erosión diferencial hace que queden crestas de cuarcitas en resalte en las zonas de mayor altura, cortadas transversalmente por corrientes fluviales, dando lugar a cluses, y en ocasiones a combes.  
Las cuarcitas «armoricanas», de edad Ordovícico Inferior, debido a su dureza y resistencia a la erosión destacan en las cumbres, las cuales constituyen una serie de crestones o roquedos de cuarcitas que forman una banda estrecha con trazado continuo y muy sinuoso, debido a la existencia de numerosos pliegues.
En este video se observa una de la crestas cuarcíticas más importantes de la Sierra de la Culebra, Peña Falgueira, que además hace de divisoria de aguas entre las cuencas del río Tera y el río Sabor.

En la Sierra de la Culebra, se pueden distinguir tres unidades morfológicas, una claramente erosiva y otras dos deposicionales: 1) «nivel de cumbres», generalmente crestas; 2) «frentes de sierra» constituidos por depósitos de piedemonte (depósitos de vertientes) y 3) «pedimento» formado por un conjunto de glacis de depósito, también denominados «rañas». Las pendientes del relieve pasan de ser suavemente inclinadas en los glacis a inclinadas y moderadamente escarpadas en los depósitos de vertientes y en el nivel de cumbres.

Hay que destacar que estas cretas cuarcíticas también son espacios donde la vegetación autóctona, (robles, encinas...) ha resistido a las plantaciones incontroladas y sin planificar de pinos alóctonos.





Ideas adaptadas de Fernando Santos Francés




martes, 24 de abril de 2018

VUELO SOBRE EL EVEREST ‎8848 m s. n. m. (SAGARMATHA CHOMOLUNGMA).


Su nombre se debe a que Sagarmatha significa en sánscrito "madre del universo" y es el nombre nepalí moderno para el monte Everest. El nombre de "Sagarmatha" procede de los vocablos sánscritos "Sagar", que significa cielo, y "Matha", que se traduce como cabeza o cima, descripción que se ajusta a la cumbre del mundo conformando una muralla natural entre la región paleoártica y la región indomalaya.
Por su parte, el macizo del Everest es conocido en el Tíbet por Chomolungma o Qomolangma, o lo que es lo mismo, Madre del universo.
En 1865 el monte Everest (llamado anteriormente Pico XV en el mundo occidental) fue bautizado en honor al geógrafo George Everest por su sucesor Andrew Waugh debido a sus estudios. Al geógrafo George Everest no le gustaba la idea de poner el nombre de personas a las montañas porque consideraba que había que respetar los nombres originarios, como es lógico.
En la actualidad son cada vez más las personas que opinan lo mismo y se usa con más intensidad Sagarmatha o Chomolungma. Lo mismo ocurre en otras montañas reconocidas del mundo como el anteriormente llamado McKinley y en la actualidad con su nombre originario recuperado, es decir Denali.

El Huerto del Pozo y Cryosanabria apoyan e incentivan a tomar medidas locales para anfibios

Restaurar charcas o antiguos abrevaderos, facilitar rampas para que puedan salir sin problema de los puntos de agua o poner vallas en carreteras para evitar sus atropellos son algunas de las medidas que pueden hacer más fácil la vida de los anfibios. Por ello El Colectivo Huerto del Pozo y la Asociación Cryosanabria apoyan e incentivan a tomar medidas locales para mantener la biodiversidad y en este caso los anfibios. Tanto el colectivo como la asociación están ejecutando varias acciones para la coexistencia de los anfibios con la vida en los pueblos y exigen a las administraciones un esfuerzo ya que en la comarca de Sanabria los trabajos públicos en este ámbito prácticamente sons inexistentes, lo que supone un grave peligro para los anfibios



lunes, 16 de abril de 2018

Perfil altitudinal de un pueblo de la Sierra de la Cabreira Senabresa


En esta fotografía mostramos el entorno de Doney, pueblo de la Requeixada, dentro de la Sierra de la Cabreira Senabresa.
Aparecen los nombre de las zonas próximas a Doney en fala senabresas.