El relieve de la Sierra de la Culebra está motivado por la erosión diferencial provocada sobre una litología formada preferentemente por pizarras (rocas blandas) y cuarcitas (rocas muy duras). El fenómeno de erosión diferencial hace que queden crestas de cuarcitas en resalte en las zonas de mayor altura, cortadas transversalmente por corrientes fluviales, dando lugar a cluses, y en ocasiones a combes.
Las cuarcitas «armoricanas», de edad Ordovícico Inferior, debido a su dureza y resistencia a la erosión destacan en las cumbres, las cuales constituyen una serie de crestones o roquedos de cuarcitas que forman una banda estrecha con trazado continuo y muy sinuoso, debido a la existencia de numerosos pliegues.
En este video se observa una de la crestas cuarcíticas más importantes de la Sierra de la Culebra, Peña Falgueira, que además hace de divisoria de aguas entre las cuencas del río Tera y el río Sabor.
En la Sierra de la Culebra, se pueden distinguir tres unidades morfológicas, una claramente erosiva y otras dos deposicionales: 1) «nivel de cumbres», generalmente crestas; 2) «frentes de sierra» constituidos por depósitos de piedemonte (depósitos de vertientes) y 3) «pedimento» formado por un conjunto de glacis de depósito, también denominados «rañas». Las pendientes del relieve pasan de ser suavemente inclinadas en los glacis a inclinadas y moderadamente escarpadas en los depósitos de vertientes y en el nivel de cumbres.
Hay que destacar que estas cretas cuarcíticas también son espacios donde la vegetación autóctona, (robles, encinas...) ha resistido a las plantaciones incontroladas y sin planificar de pinos alóctonos.
Ideas adaptadas de Fernando Santos Francés
Ideas adaptadas de Fernando Santos Francés
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